Los pendientes son uno de esos complementos que nos acompañan en cualquier situación. Desde ir al trabajo hasta acudir a cualquier evento de postín. Está claro que en la elección de los pendientes influyen los gustos personales. Aun así, te dejo unos interesantes consejos para que saques todo el provecho a la belleza natural de tu rostro y luzcas unos pendientes acordes a la ocasión.
Antes de nada quiero despejar una idea. Hay mujeres que piensan que tener unos pendientes bonitos cuesta un dineral. Yo opino que es fácil encontrar los pendientes adecuados por un precio módico. Las dependientas de Coseta, una joyería valenciana especializada en venta de joyas de plata por internet, comentan que para escoger los pendientes idóneos debemos valorar la calidad del material y que el diseño encaje en nuestro estilo personal.
Está claro que no te vas a poner los mismos pendientes si sales a tomar un café con una amiga que sí vas de invitada a una boda. En cualquier caso, no puedes ver los pendientes como un objeto aislado. Son un elemento que forma parte de un conjunto, tu apariencia personal. Se encuentra integrada en ella y, en cierto modo, la realza.
De acuerdo con esto, aquí te dejo algunos consejos para que escojas los pendientes adecuados:
Ten en cuenta la forma de tu rostro.
La forma de la cara es importante. El blog Periodista Digital plantea que mientras a una mujer con el rostro ovalado le queda bien cualquier tipo de pendiente, a otra con la cara redonda los pendientes con forma de aro o de botón no les favorecen nada en absoluto. Para ellas son aconsejables pendientes un poco alargados que estilicen el rostro.
En rostros alargados, los aros y pendientes de botón pueden agregar amplitud. Quienes tienen rostros cuadrados pueden optar por pendientes redondeados o con formas tenues para suavizar los ángulos. En cambio, para rostros con forma de corazón, se sugieren pendientes más anchos en la parte inferior para equilibrar la frente más ancha. Adaptar el diseño de los pendientes a la forma de la cara contribuye a una apariencia armoniosa y favorecedora.
La ocasión es la que manda.
La elección de pendientes según la ocasión desempeña un papel importante en la configuración del estilo. Contribuyen a crear una imagen armoniosa y adecuada al contexto, en función del look que queremos llevar.
Para el día a día, la discreción es clave. Pequeños studs, aros simples o perlas son opciones ideales, ya que añaden un toque de elegancia sin resultar demasiado llamativos. Perfectos para la rutina diaria en el trabajo y las actividades cotidianas.
Cuando se trata de salidas informales de noche, la versatilidad permite jugar con diseños más atrevidos. Aros más grandes, pendientes colgantes o incluso piezas con detalles llamativos pueden ser la elección perfecta para aportar un toque de glamur a una cena informal o una salida con amigos. Esta opción permite destacar sin exagerar, manteniendo un equilibrio entre lo casual y lo elegante.
En eventos más destacados y formales, como bodas o fiestas de etiqueta, la elección de los pendientes puede ser más audaz y sofisticada. Pendientes largos con piedras preciosas, diseños llamativos o incluso joyas más elaboradas pueden complementar de manera impactante del vestuario. Este tipo de elecciones se alinean con la ocasión y contribuyen a realzar la elegancia general del atuendo.
Ten en consideración el material y el color de los pendientes.
La elección del metal y el color de los pendientes están relacionados con el color y tono de piel de la mujer, ofreciendo una imagen armoniosa.
Así, para mujeres con piel oscura, los metales dorados, bronces o tonos cálidos resaltan de manera excepcional. Pendientes con gemas en tonos intensos como esmeraldas, zafiros o rubíes complementan la riqueza de su tez.
En contraste, las mujeres con tez clara encuentran en los metales plateados, platino o tonos fríos una elección favorecedora. Joyas con piedras en colores suaves como topacios, amatistas o perlas añaden un toque de elegancia que resalta su tono de piel.
La elección del color de los pendientes también se conecta con la paleta de colores de la vestimenta. Por ejemplo, unos pendientes con esmeraldas pueden destacar aún más en contraste con un vestido de tonos neutros, creando un efecto visual llamativo. En cambio, para atuendos más coloridos, la elección de piedras que complementen o contrasten sutilmente con la vestimenta puede ser clave.
Es importante recordar que la joyería, incluyendo los pendientes, es una forma de expresión personal. Más allá de las «reglas», la confianza y la comodidad son elementos esenciales. Experimentar con diferentes combinaciones de metal, color y vestimenta permite descubrir qué opciones se alinean mejor con el estilo personal y resaltan la belleza única de cada mujer.
Estilo personal.
Este es el meollo de la cuestión. Nos dice la revista New Magazine que el estilo descansa en los complementos. Así, por ejemplo, dos mujeres que visten la misma ropa a base de prendas básicas, ofrecen una apariencia diferente en función del peinado que llevan, el bolso, los zapatos, el cinturón, etc.
Las joyas forman parte de esos complementos que configuran la apariencia en la que se materializa el estilo personal. Más aún en el caso de los pendientes, que es un elemento fijo en cualquier outfit.
Los complementos tienen un componente psicológico. Si llevamos unos pendientes con los que nos sentimos a gusto, esto aumenta nuestra autoconfianza y, por tanto, nos desenvolveremos más sueltas a lo largo de la jornada.
Unas joyas como los pendientes son un vehículo de expresión. Permiten manifestar cuáles son nuestros gustos, preferencias, inquietudes y expresar nuestra personalidad.
Una mujer que lleva unos pendientes elegantes y discretos refleja que es dinámica, independiente y resolutiva. Mientras que otra que luce unos aros grandes de colores expresa su interés por ser el centro de atención y, en cierta medida, requiere la reacción del grupo para sentirse realizada.
Atiende a la sensibilidad de los metales.
La sensibilidad a ciertos metales es importante a la hora de elegir pendientes. Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas en la piel ante determinados metales. La alergia más común es al níquel, un metal presente en muchas joyas. Para evitar irritaciones, es fundamental optar por metales hipoalergénicos, como oro de 14 quilates, plata esterlina, platino o titanio, que son menos propensos a causar respuestas alérgicas.
Además de elegir los materiales adecuados, hay otras medidas que pueden ayudar a prevenir irritaciones en la piel. Una de ellas es optar por pendientes con revestimientos protectores, como rodio o esmalte, que actúan como barrera entre la piel y el metal, reduciendo el riesgo de contacto directo. Asimismo, mantener los pendientes limpios y desinfectados es esencial para evitar acumulación de bacterias que podrían provocar irritaciones.
Es importante escuchar a nuestro cuerpo. Si se experimenta picazón, enrojecimiento o inflamación al usar ciertos pendientes, es aconsejable dejar de usarlos inmediatamente. En estos casos consulta a tu médico, no dejes pasar la situación. En algunos casos, las personas sensibles pueden desarrollar tolerancia utilizando pendientes de calidad hipoalergénica gradualmente.
Para aquellos con piel especialmente sensible, también se recomienda evitar dormir con los pendientes puestos y retirarlos antes de ducharse o nadar, ya que la humedad puede aumentar la probabilidad de irritación. Optar por cierres de tipo presión en lugar de ganchos abiertos puede minimizar el contacto directo del metal con la piel.
Consejos para el cuidado y almacenamiento.
Por último, aunque no es determinante para escoger los pendientes adecuados, sí es interesante partir de ciertas cuestiones a la hora de guardar los pendientes cuando no los estemos utilizando. Estos son algunos consejos al respecto:
- Almacenamiento por separado:
Guardar los pendientes por separado evita que se enreden y se rayen entre sí. Utiliza joyeros con compartimentos o cajas con divisiones para mantenerlos organizados.
- Evitar el contacto con perfumes y cosméticos:
Aplícate los perfumes y cosméticos antes de ponerte los pendientes para evitar que los productos químicos afecten el brillo y la integridad de las piedras y los metales.
- Limpieza regular:
Limpia los pendientes regularmente con un paño suave para eliminar residuos de sudor, maquillaje o suciedad, manteniendo su apariencia original.
- Evita el agua clorada:
Quítate los pendientes antes de nadar en piscinas, ya que el cloro puede dañar ciertos metales y afectar la apariencia de las piedras.
- Revisa los cierres regularmente:
Asegúrate de que los cierres estén en buen estado. Los ganchos o presiones desgastados pueden aumentar el riesgo de perder los pendientes.
- Almacenar las joyas en un lugar seco:
Guarda tus pendientes en un lugar seco para prevenir la oxidación y mantener la calidad del metal y las piedras a lo largo del tiempo.
- Ten cuidado con las actividades físicas:
Recuerda retirarte los pendientes antes de realizar actividades físicas intensas como correr o jugar a un deporte de contacto como futbol o baloncesto. Así evitarás que se enganchen y sufran daños.
- Evitar el contacto de los pendientes con productos de limpieza:
Retira los pendientes antes de realizar tareas domésticas que involucren productos químicos fuertes, ya que estos pueden dañar los materiales.
Si sigues estos consejos podrás lucir los pendientes adecuados, en perfecto estado, según la ocasión.