Si reduces el consumo eléctrico, estarás cuidando el medio ambiente, pero también ahorrarás en la factura de la luz. Es fundamental reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, para conseguir que la temperatura de nuestro planeta no aumente más de 1,5 ºC a finales de siglo.
Te explicamos algunos consejos que puedes poner en práctica para ahorrar energía y luchar contra el cambio climático.
Apaga las luces
Apaga las luces de tu casa que no son necesarias o siempre que salgas de una habitación. Si la casa se queda vacía, déjala a oscuras. Para acordarte de apagarlas puedes instalar sensores de movimiento, que enciendan las luces cuando lo capten y luego se apaguen.
También puedes optar por temporizadores, para que las luces permanezcan conectadas solo un tiempo limitado. Tienes que saber que la luz representa el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares.
Utiliza cortinas y alfombras
El frío y el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos. Durante el invierno utiliza cortinas y alfombras, así ahorrarás hasta un 25% en la factura de la calefacción.
Desenchufa los electrodomésticos
Antes de irte a dormir desenchufa la televisión, la radio, el horno, etc. Porque para que el ahorro funcione no basta con darle al ‘off’. Aunque el electrodoméstico que no puedes desenchufar es la nevera.
Bombillas de bajo consumo
Opta por las bombillas de bajo consumo o las led, porque las lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad.
Duchas cortas
No deberías tardar en ducharte más de 7 minutos. Además, si contratas una facturación nocturna, es mejor que te duches por la noche. Si optas por ducharte en vez de bañarte puede suponer un ahorro de más de 70.000 litros de agua al año.
También puedes revisar el estado de tu cabezal de ducha, porque algunos tienen mucha potencia. Te recomendamos las alcachofas ‘eco’ que consumen menos energía y filtran menos agua.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) informa que los goteos y fugas de grifos o cisternas pueden suponer una pérdida de 100 litros de agua al mes.
Lava la ropa con agua fría
Lava las prendas con agua fría, porque puedes reducir el consumo hasta un 90%. Además, cuidarás mejor los tejidos y los colores de las prendas aguantarán más tiempo. Aprovecha las buenas temperaturas para secar la ropa en el tendedero y evita la secadora.
Las obras de rehabilitación
Las obras de rehabilitación son perfectas para reducir el gasto energético del edificio en que vivimos. Los profesionales de Geneo informan que si quieres encontrar la mejor solución constructiva opta por las obras de rehabilitación.
Con la rehabilitación puedes limitar la huella de carbono, frenar el cambio climático y contar con un buen aislamiento. En España, más del 80% de los edificios tienen una calificación energética muy baja, porque las instalaciones antiguas de puertas y ventanas, son poco eficientes para aislarnos de la temperatura exterior.
No calientes ni enfríes la casa cuando esté vacía
Es aconsejable programar el termostato para que empiece a enfriar o calentar la casa unos 20 minutos antes de que lleguemos. Así, que no debes dejar el aire puesto o la calefacción encendida durante horas, porque desperdicias energía y dinero.
En invierno es suficiente unos 21 °C, porque cada grado extra supone un incremento del 7% en el consumo. Los radiadores deben estar en perfectas condiciones, y evita cubrirlos o colocar muebles o estanterías delante de ellos, para aprovechar al máximo el calor.
Utiliza el microondas
Evita usar el horno en verano, ya que reducirás el calor en tu cocina. Opta por el microondas porque gasta entre un 60-70% menos.
No es recomendable abrir la puerta del horno, porque pierde unos 20 grados de temperatura y consume más para volver a calentarse.
No abrir la nevera
No te quedes mirando dentro de la nevera mientras piensas qué te apetece tomar. Es mejor tenerlo ya pensado y cerrar la puerta rápidamente.
Si abres el frigorífico, éste necesita recuperar su temperatura, y estás desperdiciando hasta un 7% de la energía acumulada. Tampoco guardes comida o bebida caliente.
Las temperaturas más bajas consumen mas energía, aproximadamente un 5% por cada grado, por eso es importante mantener la temperatura del congelador a – 18ºC y la de la nevera a 5ºC.
El frigorífico al estar conectado las 24 horas, puede llegar a suponer más del 30% del gasto eléctrico. Para reducir el consumo energético, hay que alejarlo del horno y evitar que reciba luz solar de forma directa.
El ventilador
Evita el aire acondicionado y la estufa, porque son los que mayor consumo generan en la factura de electricidad. Apuesta por el ventilador, sobre todo, el de techo. La potencia media de un ventilador es de 0,5 kW y la del aire acondicionado es de 2,6 kW.