Hay muchas maneras de cuidarnos y no siempre estamos hablando de un aspecto que tenga que ver con lo físico en una persona. Se suele pensar que la salud física es sinónima de «salud» en general. Y no siempre tiene por qué ser así. A veces, la salud es mayor o menor en una persona en función de, por ejemplo, aquellas cosas que lleve puestas. Eso contribuye a mejorar su salud mental y esa es una de las variantes más importantes de el bienestar de una persona. Si nos falla ese aspecto, no podemos decir que estemos perfectamente cuidados.
La imagen que tiene una persona de sí misma es clave para conseguir un buen estado de salud mental. Si nos sentimos cómodos y cómodas con lo que vemos cuando nos ponemos delante del espejo, tenemos una razón de peso para confiar mucho más en todo lo que podemos conseguir. Y eso es básico para tratar de disponer de una buena salud mental. Si la situación es la contraria y nos sentimos en decadencia por algún motivo, tenemos un problema que puede generar otro más grande: que no sintamos cariño ni tan siquiera por nuestro propio «yo». Hay que evitar eso a toda costa.
Una de las maneras más eficaces de potenciar nuestra imagen ante nuestros propios ojos es confiar en el poder que para eso tiene la ropa o los complementos. Es posible que sintamos que nuestro cuerpo no es el mejor y que tiene cosas que podrían hacernos sentir de otra manera si fueran diferentes, pero debemos saber que la ropa o los complementos tienen una capacidad realmente interesante para ocultar algunas cosas que nos pueden hacer sentir mal y realzar otras que sí que puedan generar una contribución importante para conseguir mejorar nuestra autoestima.
Nosotros somos de esas personas que consideran que las joyas ejercen un papel muy importante en lo que tiene que ver con la garantía de una buena imagen en todas aquellas personas que las usan. Esas joyas suelen tener un poder de atracción muy grande que le otorga un aspecto muy interesante al entorno en el que van puestas y es eso lo que puede hacer posible que un cuerpo parezca mucho más bello o cuidado, con independencia de si es de hombre, de mujer, más joven o más adulto. Por eso las joyas siempre han tenido un importante valor económico y sentimental para los seres humanos.
La verdad es que, aunque no lo creamos, la mayoría de nosotros y nosotras tiene joyas en casa. Eso es lo que apunta una información vertida por El Periódico de España en la que se apunta que el 90% de los españoles dispone de joyas en España, pero solo el 37% conoce cuál es su valor real. No cabe la menor duda de que este dato pone de manifiesto dos cosas: por un lado, que las joyas son algo más habitual de lo que pensamos. Y, por el otro, que muchas veces no valoramos lo que tenemos al poseerlas.
La importancia que tienen las joyas en el hecho de que una persona pueda ver su imagen mejorada gracias a ellas está infravalorado todavía en los tiempos que corren. Sin embargo, sí que es cierto que son cada día más las personas que saben que ese papel de las joyas en lo que respecta a su imagen es muy importante. Los profesionales de la joyería Lorena nos han indicado que ha crecido el número de personas que adquiere joyas con el objetivo de reforzar su imagen física y de este modo ganar en autoestima.
Un producto idóneo también para los jóvenes
Al hablar de joyas, siempre solemos imaginar a personas de mediana o avanzada edad portándolas. Y es verdad que, al menos durante algún tiempo, era este tipo de público el que podía considerarse como público objetivo para todas las joyerías de este país. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora también son las personas jóvenes las que pueden llegar a desear, por algún motivo, este tipo de productos. Que las joyas refuercen la imagen personal en un momento en el que esa imagen es tan importante para los jóvenes es una explicación al respecto.
¿Erais muchos y muchas los que pensabais que las joyas solo tenían valor desde el punto de vista económico? Como veis, ese valor del que disponen va más allá. Y ojalá cada día más personas, con independencia de su edad, su sexo o sus condiciones culturales o personales, tengan la posibilidad de conseguir beneficiarse de todo lo bueno que llevan asociadas las joyas, que no es poco. Estamos seguros de que, al menos aunque sea un poquito, su vida mejorará. Simplemente con que ocurra eso ya habrá merecido la pena adquirir una joya.