Las mejores recetas con naranjas para tu salud

naranjas

Seguro tienes naranjas en tu cocina, pero muchas veces solo piensas en comerte los gajos y ya está. ¿Verdad que sí? Bueno, por si no lo sabes, las naranjas se pueden usar de mil maneras.

Además, son superversátiles, fáciles de integrar en recetas y pueden mejorar un montón tu alimentación sin que sepas demasiado de cocina.

 

¿Por qué las naranjas son tan sanas?

Las naranjas son baratas, fáciles de encontrar y muy buenas para tu cuerpo. Están llenas de vitamina C, que ayuda a tu sistema inmunológico, y también tienen fibra, antioxidantes y un montón de minerales que no sabías que tu cuerpo necesitaba hasta que los pruebas.

Además, comer naranja te ayuda a mantener el cuerpo hidratado. Su contenido de agua es alto, así que cuando te tomas un vaso de jugo natural, estás recibiendo vitaminas y ayudando a que tu cuerpo funcione mejor. Para los que hacemos deporte o nos movemos mucho, esto es un plus que no hay que ignorar.

Las naranjas no son todas iguales: hay de diferentes tipos, desde las naranjas dulces, que son perfectas para comer al natural, hasta las más ácidas, que funcionan genial para jugos o recetas de cocina. Citricos-siscaret, empresa de venta de naranjas online de Valencia, nos aconseja buscar naranjas que tengan la piel firme y sin manchas, porque están frescas y la pulpa va a estar jugosa. La clave está en elegir bien.

Además, las naranjas son fáciles de almacenar. Si las pones en un lugar fresco y seco, te duran varias semanas. Si las metes en la nevera, aún más. Así que comprar un buen lote y tenerlo listo para usar es mucho más práctico de lo que parece.

 

Recetas que no habías pensado con naranjas

Lo primero que te recomiendo son los zumos. Pero ojo, no hablo de esos zumos industriales llenos de azúcar, hablo de jugo natural, recién exprimido, que se hace en un minuto y le da un subidón de sabor a cualquier desayuno.

Mi favorito es el clásico jugo de naranja con un poco de zanahoria y jengibre. No te asustes, no sabe raro. La zanahoria suaviza la acidez y el jengibre le da un toque fresco que hace que te despiertes en serio. Lo mezclas todo en la licuadora y listo. En menos de cinco minutos tienes algo delicioso, saludable y sin complicaciones.

Otra combinación que me encanta es naranja con plátano y avena. Esta mezcla es perfecta si quieres algo que te llene y te dé energía para varias horas. Puedes añadir un poco de leche o bebida vegetal y tendrás un batido súper completo. Lo bueno de estas combinaciones es que puedes variar casi todo: mango, fresa, pepino… lo que tengas a mano, siempre que mantengas la naranja como base, vas a tener un sabor rico y fresco.

Exprime las naranjas directamente antes de mezclarlas. Evita usar jugos que han estado mucho tiempo abiertos, porque pierden vitamina C y sabor. Es rápido y marca una diferencia gigante.

 

Recetas rápidas para desayunos

A mí me encanta comer naranja en el desayuno o como snack, porque no solo es sana, también es fácil de preparar.

Por ejemplo, cortar la naranja en rodajas y ponerle un poquito de yogur natural y semillas de chía es un snack que se hace en un minuto y llena bastante. Además, la combinación de dulce y ácido es súper agradable y te mantiene lejos de galletas o dulces industriales.

Otra opción rápida es preparar un tazón de fruta con naranja, manzana y plátano. Lo mezclas, añades un toque de canela si quieres y listo. Es perfecto si no tienes tiempo por la mañana y necesitas algo nutritivo que te mantenga activo.

Si quieres algo un poco más elaborado, pero todavía rápido, prueba hacer muffins de naranja. Solo necesitas harina, huevos, un poco de azúcar y jugo de naranja fresco. Se mezclan los ingredientes, se hornean y tienes un desayuno rico y que se conserva bien unos días. La naranja le da jugosidad y sabor, sin necesidad de añadir más grasas ni aceites.

Cuando uses la naranja para hornear, siempre usa ralladura de la piel además del jugo. Esto potencia el sabor natural sin necesidad de poner más azúcar. Además, la piel tiene antioxidantes, así que no solo es sabor, también es salud.

 

Ensaladas que contienen naranja

Las ensaladas con naranja no solo son bonitas, también son mucho más sabrosas. A veces siento que la gente le pone ensalada solo para “hacer dieta”, pero cuando agregas naranja cambia todo.

Prueba poner rodajas de naranja, un poco de aguacate y algunas nueces. La combinación es simple, pero el sabor se vuelve más completo y divertido de comer.

También puedes mezclar naranja con espinaca, queso fresco y un toque de aceite de oliva. El contraste ácido-dulce de la naranja con la suavidad del queso es algo que siempre sorprende a la gente. Y si quieres, puedes añadir algo de proteína, como pollo a la plancha o garbanzos, para que la ensalada sea un almuerzo completo.

Por cierto, la fruta se debe cortar justo antes de servir: si la cortas mucho antes, la naranja pierde jugo y sabor.

 

Postres con naranja en los que ni siquiera habías pensado antes de leer esto

Si eres de los que piensa “postres = culpa”, olvídalo. Con la naranja se pueden hacer cosas deliciosas sin pasarte de calorías.

Por ejemplo, gelatina de naranja casera. Solo necesitas jugo de naranja natural, un poco de gelatina y listo. Es refrescante, dulce y no tiene azúcar añadida.

Otro postre que me gusta mucho es la compota de naranja y manzana. Lo haces al fuego, con un poquito de canela, y se convierte en algo que puedes comer solo o acompañando yogur o avena. Es sencillo, no mancha la cocina y sabe mejor de lo que parece.

Y si quieres algo más indulgente, prueba brownies con naranja. Sí, brownies. Solo agrega ralladura de naranja a la mezcla y notarás cómo cambia el sabor por completo, sin necesidad de poner más azúcar. La naranja aporta frescura y hace que el postre se sienta ligero, aunque sea chocolate.

 

Trucos para mantener la naranja fresca y deliciosa

Ahora que ya hablamos de recetas, un tema que a veces se pasa por alto es cómo conservar la naranja para que dure.

Lo primero es evitar el exceso de humedad. La humedad hace que se estropeen rápido, así que siempre que las compres, asegúrate de que estén secas.

  • Si compras muchas naranjas, es mejor guardarlas en la nevera. Aguantan más tiempo y se mantienen jugosas. Solo asegúrate de revisarlas cada cierto tiempo, porque si una empieza a estropearse, puede afectar a las demás.

Consejo rápido que puede que no supieras: si quieres que la naranja dure más, no la peles hasta que vayas a comerla. La piel protege la fruta y mantiene la humedad y el sabor.

 

Cómo integrar la naranja en comidas principales

La naranja no solo se usa en postres y desayunos, también se usa en platos principales.

Por ejemplo, un pollo a la naranja es facilísimo. Solo preparas el pollo, agregas jugo de naranja y un poco de miel, y tienes un plato que no parece sano, pero lo es.

También funciona en salteados. Agregar un poco de jugo de naranja a verduras salteadas cambia el sabor y lo hace más interesante. Incluso en salsas para pescado funciona muy bien, especialmente con salmón o bacalao. La naranja también puede acompañar arroces o quinoa, dando un toque fresco que hace que el plato se sienta más ligero y sabroso.

Prueba siempre antes de agregar azúcar o sal extra cuando uses naranja. Muchas veces la fruta aporta suficiente dulzor y acidez como para no necesitar nada más. Esto no solo mejora el sabor, también hace que las comidas sean más saludables. Además, combinarla con hierbas frescas como cilantro o menta potencia el sabor y le da un toque más aromático a cualquier plato.

 

Como has visto, puedes comer naranja de todas las formas posibles y cuidarte

Integrar la naranja en la alimentación no es complicado, y tampoco requiere ser un experto. La clave está en usarla como base de jugos, snacks, postres y platos principales. Con pequeños cambios como estos, se puede comer más sano sin sentir que estás haciendo sacrificios.

Lo más importante es disfrutar lo que comes. Comer sano no tiene por qué ser aburrido. Con recetas fáciles, rápidas y divertidas, como las que te conté, puedes incorporar la naranja todos los días y ver cómo mejora tu alimentación sin esfuerzo.

Si algo me ha quedado del todo claro de todo, esto es que no hace falta complicarse demasiado la vida, de verdad que no: una naranja bien elegida, cortada en el momento justo y usada en recetas sencillas, puede hacer mucho más por tu cuerpo y tu día que cualquier suplemento caro. Así que la próxima vez que pases por el supermercado, fíjate en esas naranjas y piensa en todo lo que puedes hacer con ellas, desde jugos hasta ensaladas y postres. Comer sano no tiene que ser complicado ni aburrido

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