¿Cómo cuidar tu reloj para que dure más?

Ya sea que uses tu reloj como un accesorio de moda, o de verdad te sea útil para saber la hora, de seguro que es una pieza clave de tu outfit, e incluso de tu personalidad y entonces querrás que siempre esté en perfectas condiciones y tenga una larga vida útil. Esto es fácil lograrlo con una serie de consejos. Sigue leyendo y descubre nuestros útiles tips:

Limpia tu reloj con un paño suave

La primera regla aquí es la limpieza. Para que tu reloj se mantenga en las mejores condiciones y tenga una mayor vida útil, debes limpiarlo con regularidad, incluyendo la correa. Si tu reloj no es resistente al agua, usa un paño seco y suave para limpiar la caja y la correa; en caso contrario, si puedes limpiarlo con un paño húmedo.

Ùsalo bien

Cuando lo vayas a usar, úsalo bien. Un reloj se lleva en la muñeca, no en el bolsillo o tirado en el bolso chocando con todo lo que llevas en el.

Igualmente, ajústalo bien a tu muñeca, sin que quede bailando y pueda caerse, pero tampoco que te moleste.

Igualmente hay que tener cuidado con el agua. Los relojes que son resistentes a ella, lo dirán en su caja y hay que conocer su nivel de impermeabilidad para por ejemplo, bañarse con él o practicar natación.

Evita los arañazos

El reloj y su correa podrían sufrir rasguños con facilidad por lo delicado de su composición, por eso, para prevenirlo, intenta quitarte tu reloj en situaciones y actividades en donde haya un riesgo muy grande de rasgarlo.

Otra medida que debes adoptar es no llevar pulseras en la misma muñeca que tu reloj para que estas no lo rocen y lo dañen. Pero, sin duda, lo más importante es nunca dejarlo caer al suelo, ya que esto causaría graves daños al cristal, las carcasa  y los componentes internos.

Evita el contacto con productos químicos

Intenta no exponer  tu reloj a la acción de productos químicos como jabón, detergentes, cosméticos y perfumes, ya que así se puede dañar la correa o la caja del reloj.

Cuando te apliques la crema o el perfume, mejor espera un rato a que se sequen completamente en tu piel antes de ponerte el reloj.

Igual puede pasarle si lo expones mucho a los rayos del sol, por lo que tienes que intentar que la correa no quede demasiado expuesta a él.

Guarda tu reloj correctamente

También es importante guardar nuestro reloj en el lugar y la forma adecuada. Te recomendamos utilizar la caja o el embalaje original para protegerlo del polvo, la fricción, el desgaste., etc.

Cambia la pila y reemplaza la correa

Es muy importante cambiar la pila del reloj una vez haya dado todo de si para no terminar afectando el funcionamiento interno del reloj al sulfurarse. Entonces, si tienes un reloj de cuarzo, debes cambiarla cada 2 años, incluso, aunque esta no esté agotada; esto justamente para que el reloj no se detenga de repente.

Pero, otra parte del reloj de la que no nos podemos olvidar cambiar cada cierto tiempo es la correa. Recuerda que estas se desgastan, se rompen, por el tiempo, al estar en contacto con nuestra piel y por otros factores externos como podría ser engancharse en algo más. Así esta debe estar siempre en buenas condiciones para lucir un bonito reloj en todo momento y para que no se caiga de nuestra muñeca y se nos pierda o dañe.

Realiza las correspondientes revisiones y reparaciones

Hay que recordar que un reloj es un pequeño artículo, pero con un gran  y complejo engranaje que debe funcionar todos los días, todo el día. Esto quiere decir que cada una de sus piezas merecen de mucha atención para su óptimo desempeño.

Si tu reloj es mecánico, se recomienda llevarlo a hacer un mantenimiento cada dos años, mientras que un reloj de cuarzo debe ser llevado cada tres años. Esto porque los relojes suelen ir dejando de funcionar como deberían con el paso del tiempo, sus piezas comienzan a desgastarse o quizá necesita un poco de lubricación.

Por otra parte, se debe cuidar mucho la pila y cambiarla de inmediato una vez que haya agotado su vida útil para evitar que cause desperfectos en el funcionamiento del reloj. Y recuerda, nunca lo abras pues las partículas de polvo a las que se verían expuesto podrían dañarle.

Todo esto, por supuesto, en las confiables manos de un relojero que tenga la experticia y la habilidad para manipular las piezas más delicadas de tu reloj sin dañarlo. Por favor,  no intentes hacerlo tu en casa.

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