El camino de Santiago, una experiencia de vida.

Camino de Santiago

Primavera y verano son las estaciones escogidas por miles de peregrinos para recorrer el Camino de Santiago. Un viaje que es mucho más que unas vacaciones. En opinión de muchos peregrinos, es una experiencia de vida.

Inicies el Camino de Santiago en Roncesvalles o en Astorga (León), que es uno de los recorridos mínimos para que acrediten en Santiago de Compostela que has terminado el camino, los peregrinos que lo realizan a pie suelen caminar entre 5 y 6 horas diarias. Unos 25 kilómetros al día.

En todos los puestos de información del camino puedes solicitar el carnet del peregrino. Un documento que vas sellando en los albergues donde descansas y que representa la prueba física de que estás haciendo el Camino de Santiago.

Las formas más habituales de hacer el camino son a pie o en bicicleta. Aunque algunos llegan a hacerlo a caballo.

Seas creyente o no, el Camino de Santiago es un camino de crecimiento personal. Las largas horas de caminata te permiten reflexionar sobre los aspectos importantes de tu vida, te enseñan a conocerte mejor. Entras en contacto con la naturaleza y cumples un reto, dividido en etapas, que tú mismo te has fijado.

A lo largo del camino encontrarás compañeros temporales de viaje. Personas, que como tú, están realizando la misma proeza, y con los que entablarás relaciones de camaradería. De apoyo mutuo.

El camino dejará en ti una huella imborrable. Un recuerdo en tu memoria que te acompañará el resto de tu vida. Aun así, los peregrinos no dudan en hacerse con algún recuerdo físico, un souvenir, un objeto que al contemplarlo le evoquen las sesiones de peregrinaje. Un pequeño tesoro para compartir con los amigos y la familia y que atestigüe que efectuaron la hazaña.

Los Caminos de Santiago.

Si bien, solemos identificar el Camino de Santiago con el camino francés, el más conocido de ellos, el que cruza los Pirineos por Roncesvalles y atraviesa algunas de las ciudades más emblemáticas, como Burgos y Pamplona, el blog Con Alforjas señala que solo en España, hay 49 caminos oficiales de Santiago.

El emperador Carlos V definía el camino francés como la Calle Mayor de Europa. En la edad media y en la edad moderna era el camino más frecuentado y, en la actualidad, lo continúa siendo. En su momento fue un catalizador que dinamizó la vida económica del norte de la península ibérica. Haciendo que florecieran núcleos poblacionales prósperos que se desarrollaban en torno al camino.

Aparte del camino francés, estos son otros caminos de Santiago que existen en nuestro país y que podemos aventurarnos a recorrer:

  • El camino del Norte.

El camino del Norte nace en Irún. Enlaza con algunas rutas francesas del Camino de Santiago que entran en la península ibérica por Hendaya, cruzando el Bidasoa. Es un precioso recorrido que va bordeando las costas de Cantábrico y que atraviesa ciudades como Bilbao, Santander, San Vicente de la Barquera o Gijón. Es una de las rutas más escogidas por los peregrinos durante los años Jacobeos.

  • El Camino Primitivo.

Se supone que es el camino original. Es el que recorrió el rey Alfonso II de Asturias en el siglo IX, cuando se descubrió que los restos del apóstol Santiago descansaban en una tumba ubicada dentro de una ermita paleocristiana en Santiago de Compostela. En los hechos es una sección del camino francés, que comienza en la ciudad de Oviedo.

  • La vía de la Plata.

La vía de la Plata es un precioso camino que conecta Sevilla con Santiago de Compostela,  utilizando la calzada romana de la ruta de la plata, que atravesaban las provincias extremeñas y leonesas. Esta es una ruta que a día de hoy recorren muchos peregrinos en bicicleta.

Los albergues.

Un elemento fundamental en el Camino de Santiago son los albergues. Los establecimientos donde los peregrinos paran para pernoctar, asearse y descansar.

Para entrar en un albergue necesitas enseñar el carnet de peregrino. En el propio albergue te lo sellan y acreditan que has efectuado la etapa comprendida entre ese albergue y el anterior.

El blog Albergues del Camino de Santiago diferencia entre los albergues públicos y los privados.

Los albergues públicos pertenecen a las administraciones públicas: un ayuntamiento, una comunidad autónoma, una diputación provincial. Si bien pueden estar gestionados o adscritos a alguna comunidad religiosa: una parroquia, una orden o, sencillamente una asociación cultural. Para el uso de estas instalaciones se suele pagar un donativo voluntario, destinado a cubrir los gastos de mantenimiento.

Los albergues privados son particulares. Para utilizarlos normalmente tienes que pagar un precio, el cual suele oscilar entre los 6 y los 10 €.

En todos los albergues, sean públicos o privados, encuentras camas para dormir, duchas y zonas habilitadas para lavar la ropa. En la actualidad es frecuente que muchos de ellos dispongan de wifi  o de una cocina que pueden utilizar los peregrinos.

Debes tener en cuenta que en ninguno de estos albergues vas a encontrar grandes lujos. Ni en los públicos, ni en los privados. Son instalaciones sin ánimo de lucro, atendidas, la mayoría de las ocasiones, por voluntarios que dedican parte de su tiempo a dar apoyo a los peregrinos.

Algunos consejos para realizar el camino.

Efectúes el camino a pie o en bicicleta, siempre es bueno tener en cuenta algunas cuestiones para hacer que sea lo más llevadero posible. Estas son algunas recomendaciones que te damos:

  • Entrena antes de hacer el camino. Meses antes de efectuar el Camino de Santiago, acostúmbrate a hacer caminatas o rutas en bicicleta, para que la travesía te impacte lo menos posible. El camino implica un esfuerzo físico, para el que debes estar preparado.
  • Planifica el camino con antelación. Antes de hacer el camino, planifica las etapas que vas a realizar cada día, los albergues donde pretendes pernoctar, los medios y utensilios que vas a llevar contigo. No dejes nada a la improvisación.
  • Lleva lo imprescindible. Es adecuado realizar el camino ligero de equipaje. Recuerda que todo lo que lleves, debes transportarlo sobre tus hombros. Lo recomendable es no llevar más de 10 kilos encima, en una mochila ergonómica que se adapte bien a tu espalda. Piensa en meter en ella un par de mudas completas, un neceser con productos de aseo, un par de toallas, una gorra, un botiquín, varios pares de calcetines y poco más.
  • Utiliza calzado adecuado. El calzado es un aspecto importante. Sobre todo si piensas realizar el camino a pie. Utiliza zapatillas o botas de montaña, con la suela dura y un buen ajuste al pie; y un calzado más cómodo, como sandalias, para cuando descanses en el albergue. Para caminar siempre es mejor utilizar calzado usado que se haya adaptado a tu pie. Estrenar calzado nuevo en el camino puede transformarse en un suplicio.
  • Prepara un botiquín de primeros auxilios. Es inevitable que a lo largo del camino te aparezcan pequeñas dolencias: ampollas en los pies, sobrecarga en las rodillas, pequeños cortes, etc. A su vez, debes protegerte del sol. Lleva lo que necesites para atender a estos percances en un pequeño botiquín.
  • Haz acopio de calcetines de calidad. Llevar buenos calcetines es importante. Evitará que sufras dolencias en los pies. Procura que los calcetines sean transpirables y que no tengan costuras. De materiales naturales como el algodón o la lana. Intenta mantenerlos secos y limpios.

Llevarse un recuerdo. 

Es habitual que los peregrinos quieran llevarse algún recuerdo físico del Camino de Santiago. Después de todo ha sido un hito en sus vidas.

El recuerdo más habitual es la credencial del peregrino. La cual te entregan en la Basílica de la Veracruz, en Santiago de Compostela, enseñando el carnet. Para tener derecho a este documento debes haber recorrido como mínimo 50 Km a pie o 100 en bicicleta y tener un sello cada día en el carnet de peregrino.

Los peregrinos guardan la credencial en casa con mimo. Aun así, es normal que quieran llevarse algún recuerdo más especial: una taza, una mochila, la concha del peregrino. Algunos de ellos optan por llevarse una joya de plata. Joyerías como Corma, una joyería de A Coruña, que dispone de una tienda en internet, tiene en su web, bonitas joyas conmemorativas del Camino de Santiago. Algunas de ellas preciosas. Con la concha de vieira en plata siempre presente. Gargantillas, pulseras, pendientes que seguro llevarás contigo.

Utilizar artículos de este tipo por parte de los peregrinos es más que un souvenir. No es esa camiseta o esa toalla que te compraste en la playa de Mallorca. Para la mayoría de los viajeros, finalizar el Camino de Santiago es un reto concluido. Una hazaña que desean tener presente, con un fuerte valor emocional. Por esta razón, no es extraño que adquieran algún objeto que se lo recuerde.

Algunos peregrinos, después de hacer el Camino de Santiago se plantean repetir. Tal vez transitando otra ruta. Para otros, con una vez fue suficiente. En todos los casos, el camino les ha dejado huella.

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