Cuando me puse a investigar sobre el equipamiento que necesita una cocina profesional, fue por una razón muy personal: mi padre me quería traspasar su negocio por jubilación.
Antes de abrir al público, decidí poner operativa y funcional la cocina.
Esto es lo que aprendí.
Zona de preparación de platos fríos elaborados
En esta área se preparan los platos que van directamente al comensal, como ensaladas o entrantes fríos. Lo más importante es tener un espacio funcional, limpio y ordenado.
Por eso, aquí recomiendo:
- Mesas frías de acero inoxidable: Estas mesas no solo son fáciles de limpiar, sino que también ayudan a mantener los ingredientes frescos. Algunas vienen con compartimentos refrigerados que ahorran tiempo y evitan idas innecesarias al frigorífico.
- Estantes murales: Instalar estantes en la pared permite tener al alcance de la mano utensilios, bandejas y otros accesorios sin ocupar espacio en las mesas. El acero inoxidable es la mejor opción porque es resistente y no se corroe.
- Elementos para corte y troceado: Este es el momento de invertir en buenos cuchillos y tablas de corte. La calidad de estas herramientas influye directamente en la presentación y frescura de los platos.
- Un fregadero pequeño: Aunque pueda parecer opcional, tener un fregadero dedicado en esta zona hace que el flujo de trabajo sea mucho más cómodo. Te ahorras idas al fregadero principal y puedes mantener todo limpio sin interrupciones.
Zona de preparaciones previas
Esta es la parte de la cocina donde se empieza todo: lavar verduras, cortar carne o preparar masas. Aquí se necesita espacio y un equipamiento funcional que resista el uso constante.
Esto es lo que considero esencial:
- Superficies de trabajo de acero inoxidable: Danvimet, especialista en fabricaciones metálicas para hostelería, me explicaron que son el estándar en las cocinas profesionales. No se rayan fácilmente, soportan golpes y temperaturas altas, y además son muy fáciles de desinfectar.
- Estantes murales adicionales: Al igual que en la zona de platos fríos, los estantes murales son clave para aprovechar el espacio vertical y mantener el área de trabajo despejada.
- Fregaderos: Aquí sí necesitas algo más grande, ya que lavarás alimentos y utensilios más grandes. Opta por un fregadero de doble seno si el espacio lo permite.
Si tienes presupuesto, un lavamanos pequeño en esta área también es una buena idea para mantener la higiene.
El bloque de cocción
Pasamos a la parte central de la cocina, donde se cocinan los platos principales. Lo primero que noté es que, para un restaurante pequeño o mediano, es mejor apostar por un bloque compacto y bien organizado.
Esto es lo básico:
- Cuatro quemadores: Este es el núcleo de la cocina. Con cuatro fuegos puedes trabajar varios platos a la vez sin complicaciones.
- Plancha de asado: Es ideal para preparar carnes, pescados y verduras. Asegúrate de elegir una plancha que se limpie fácilmente y que tenga un buen sistema de drenaje para grasas.
- Cocedor de pasta: Si tienes pasta en el menú, un cocedor de pasta es una herramienta imprescindible. Reduce el tiempo de preparación y garantiza una cocción uniforme.
- Freidora: Para muchos restaurantes, una freidora es básica. Ya sea para patatas, empanados o cualquier fritura, elegir una con buen sistema de filtrado de aceite es fundamental.
- Horno mixto: Aquí es donde puedes cocinar al vapor, asar, gratinar o recalentar. Aunque es una inversión considerable, vale cada euro por su versatilidad.
- Campana extractora: No puedes olvidarte de la extracción de humos. Aparte de ser una exigencia legal, es clave para mantener un ambiente limpio y seguro en la cocina.
- Almacenamiento en las zonas inferiores: Aprovecha el espacio debajo del bloque para guardar ollas, sartenes y otros utensilios grandes.
Zona de emplatado
El emplatado es casi un arte. Este espacio debe ser práctico, pero también estar pensado para facilitar el acabado perfecto de cada plato.
Lo que necesitas aquí es:
- Gratinador: Es imprescindible para dar el toque final a algunos platos, como gratinados o dorados. Busca un modelo que sea eficiente y rápido.
- Microondas: Aunque no sea glamuroso, un microondas es útil para recalentar salsas o darle el toque final a ciertos alimentos.
- Mesa amplia: La mesa de emplatado debe ser lo suficientemente grande como para trabajar con comodidad y organizar varios platos a la vez. Como siempre, el acero inoxidable es la mejor opción por su resistencia e higiene.
- Estantes o carros de servicio: Estos carros de acero inoxidable permiten llevar los platos terminados al comedor de manera organizada. Algunos tienen divisiones que son útiles para separar pedidos.
Zona de lavado
Por último, pero no menos importante, la zona de lavado. Es el área que más se utiliza en cualquier cocina, así que tiene que estar bien equipada:
- Fregadero amplio: Al menos un fregadero de dos senos es necesario para lavar los utensilios y vajilla más grandes antes de pasarlos al lavavajillas.
- Lavavajillas industrial: Este es uno de los equipos que más te ahorrará tiempo y esfuerzo. Busca uno que sea rápido y tenga capacidad para manejar grandes volúmenes de vajilla.
- Estanterías: Necesitas estantes resistentes para apilar la vajilla limpia y organizarla de manera eficiente.
- Espacio para cestas de lavavajillas: Es importante tener un lugar designado para cargar y descargar las cestas sin entorpecer el flujo de trabajo.
Otros elementos imprescindibles
Aunque estas zonas ya cubren la mayor parte del trabajo, hay algunos elementos adicionales que hacen la vida más fácil en una cocina profesional:
- Carros de servicio: Son versátiles y puedes usarlos para transportar alimentos, utensilios o vajilla. Los de acero inoxidable son duraderos y fáciles de limpiar.
- Soportes para horno: Estos soportes te permiten colocar los hornos a una altura cómoda y aprovechar el espacio inferior para almacenamiento.
- Mostradores de acero inoxidable: Si tienes espacio extra, un mostrador adicional siempre es útil para preparar ingredientes o como lugar de apoyo.
Consejos prácticos para optimizar tu cocina de restaurante
Uno de los aprendizajes clave que tuve fue que no todo lo caro es necesariamente lo mejor. Hay formas de optimizar la inversión sin comprometer la calidad del equipamiento:
- Compara precios y proveedores: Antes de decidirte por un equipo, revisa varias opciones. Hay proveedores especializados en hostelería que ofrecen descuentos por compras al por mayor o packs de equipos.
- Piensa en la eficiencia energética: Los equipos con certificación energética pueden costar un poco más al principio, pero ahorrarás en el largo plazo con facturas de electricidad más bajas.
- Invierte en mantenimiento: Es mejor destinar una pequeña cantidad al mantenimiento regular que enfrentarte a reparaciones costosas o la necesidad de reemplazar equipos antes de tiempo.
- Consulta con otros propietarios: Hablar con personas que ya tienen experiencia en el sector puede darte ideas y evitar errores comunes. La comunidad de la hostelería suele ser muy abierta y dispuesta a compartir consejos.
- Planifica el espacio con un profesional: Aunque tengas una idea clara de lo que necesitas, un diseñador especializado en cocinas industriales puede ayudarte a aprovechar al máximo el espacio y garantizar un flujo de trabajo óptimo.
La importancia de la sostenibilidad en la cocina
Otro tema que cada vez cobra más relevancia es la sostenibilidad. Una cocina profesional también puede ser respetuosa con el medio ambiente si tomamos decisiones conscientes:
- Reciclaje: Instala contenedores para separar los residuos orgánicos, plásticos, vidrio y papel. Esto no solo es ecológico, sino que también puede mejorar la imagen de tu restaurante.
- Equipos eficientes: Como mencioné antes, apostar por equipos con bajo consumo energético es una manera fácil de reducir la huella de carbono.
- Menos plásticos: Reemplaza los plásticos de un solo uso por alternativas reutilizables o biodegradables.
En resumen, montar una cocina profesional es una tarea que requiere tiempo, esfuerzo y planificación, pero también es una inversión en el éxito y la sostenibilidad de tu restaurante. Espero que esta guía te sirva tanto como a mí me ayudó a organizar las ideas para el sueño de mi padre.
Si tienes un restaurante, es hora de ponerlo en marcha
Después de analizar todo esto con mil ideas distintas en la cabeza, me di cuenta de lo complicado que puede ser remodelar a fondo una cocina profesional.
Cada detalle importa, desde los utensilios más simples hasta los equipos más sofisticados. También entendí que invertir en el equipamiento adecuado no es solo un lujo, es una necesidad. Tener las herramientas correctas no solo facilita el trabajo diario, sino que mejora la calidad del servicio y, al final del día, hace que los clientes estén más felices.
Si estás pensando en abrir un restaurante, como mi padre, te diría que te tomes el tiempo para planificar bien. No necesitas lo último en tecnología, pero sí equipos que sean útiles, duraderos y que realmente se ajusten a lo que necesitas. La cocina es el corazón de cualquier restaurante, y un corazón bien cuidado siempre va a latir con fuerza.
También aprendí algo importante: un restaurante no solo se trata de los equipos, sino de la energía y el amor que le pongas al proyecto. Si combinas una buena planificación con pasión y compromiso, seguro que lograrás convertir cualquier idea en un lugar especial para muchas personas.