La colonoscopia es una prueba que se utiliza para diagnosticar posibles enfermedades, y para examinar el estado en el que se encuentra el intestino grueso (también denominado colon) y la parte final del intestino delgado. Para realizar la colonoscopia se utiliza un aparato llamado colonoscopio, es decir, un tubo alargado y flexible con una cámara y una luz.
Ese tubo se introduce en el recto a través del esfínter anal y se avanza por el colon. A veces la exploración es corta y se llama Rectosigmoidoscopia porque sólo pretende revisar el final del colon, pero lo habitual es intentar revisar todo el colon por completo, recorriéndolo hasta el principio del mismo, en el lugar donde se une al intestino delgado.
En caso de que se quiera tratar alguna patología, se añadirá un instrumental para llevar a cabo una intervención. El endoscopio va lubricado en su exterior para que no produzca molestias en el ano y en el colon. Este tubo está dotado de unos dispositivos internos que permiten la iluminación del interior del colon, y de una fibra óptica que transmite las imágenes del colon a un monitor.
También cuenta con un canal interno para tomar biopsias con unas pinzas, extirpar pólipos, inyectar medicamentos o quemar heridas para cauterizarlas. El colonoscopio tiene un aspirador para aspirar los restos de líquido que puedan haber quedado de la preparación del colon, y un mando con diferentes controles que permite curvar el endoscopio para poder pasar todas las curvaturas que tiene el colon. Este instrumental se mueve lentamente a través del colon para detectar cualquier anomalía, como pólipos, úlceras, inflamación, tumores o cáncer.
Pero para que el médico vea bien todos los detalles de las paredes internas del colon, es importante insuflar un poco de aire para distender el colon, hinchándolo levemente. Antes, las colonoscopias se realizaban insuflando aire ambiente a los pacientes, pero en la actualidad la insuflación se realiza con dióxido de carbono (CO2). Este gas molesta menos y se elimina más fácilmente, por lo que la exploración es menos molesta.
Además, para minimizar las molestias de la prueba, a todos los pacientes que se la realizan se les administra por vía venosa una medicación que provoca relajación y sueño. El Mundo explica que «si el paciente está tomando Sintrom u otro anticoagulante debe comunicarlo porque habrá que retirárselo. Además, es conveniente hacer un análisis los días previos en el que se vea la coagulación de la sangre ya que si hay alteraciones es arriesgado hacer biopsias».
Los dos días previos a la prueba, el paciente debe tener una dieta baja en residuos y tomar productos laxantes para facilitar la observación médica del intestino y favorecer la limpieza intestinal. Es importante evitar los alimentos ricos en fibras y consumir alimentos blandos o líquidos. La colonoscopia es un procedimiento corto, generalmente tarda entre 30 y 60 minutos, por lo que los pacientes no necesitan hospitalización.
Los médicos digestivos de la clínica Alyan Salud, especialistas en colonoscopias y en el manejo de diversas afecciones digestivas, nos explican que la colonoscopia se lleva a cabo cuando los pacientes muestran los siguientes factores de riesgo:
-Pacientes que muestran síntomas digestivos o tienen antecedentes familiares de cáncer de colon.
-Sangrado rectal cuando se va al baño o en las mismas heces.
-Anemia de hierro crónica, que puede ser provocada por una hemorragia en el colon.
-Dolor abdominal crónico.
-Diarrea crónica.
-La enfermedad de Crohn
-Presencia de pólipos o antecedentes familiares de poliposis.
-Colitis ulcerosa.
-Si el paciente ha adelgazado mucho en poco tiempo y sin ningún motivo aparente.
-También se recomienda realizar una a partir de los 50 años si no tienen ningún factor de riesgo, repitiéndola cada cinco o diez años.
Aunque algunos pacientes no pueden hacerse una colonoscopia y las principales causas son: la insuficiencia respiratoria o cardíaca grave descompensada, el infarto de miocardio reciente, la perforación intestinal y las alteraciones graves de la coagulación de la sangre. La colonoscopia ha demostrado ser una técnica capaz de diagnosticar el cáncer de colon con fiabilidad.
El Observatorio Mundial del Cáncer informa que el cáncer de colon es el tercer tumor maligno más frecuente en el planeta y en el año 2020 se detectaron 1.931.590 nuevos casos de cáncer de colon a nivel global. El 31 de marzo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, un día para concienciar de la importancia de su diagnóstico precoz. La realización de colonoscopias periódicas ha permitido reducir la aparición del cáncer de colon en los pacientes que se hacen estas pruebas. Pero si el cáncer ya ha aparecido, puede detectarlo en unas etapas tan precoces que mejora las posibilidades de éxito en el tratamiento.