No nos extraña que nuestro país sea uno de los más visitados de todo el mundo. ¿Os habéis parado a pensar en la enorme cantidad y variedad de lugares a los que podemos acudir sin salir de España? Si hacéis una lista con todos los que tienen algo interesante que ver o de lo que disfrutar, probablemente estéis horas y horas apuntando destinos. Muchas veces no somos conscientes de lo que tenemos… y todo lo que tiene que ver con nuestra geografía y el turismo que ocasiona es una buena muestra de ello, no lo podemos negar en ningún caso.
La modalidad estrella de turismo en España es el que está relacionado con el sol y la playa, eso es total y absolutamente indiscutible. Pero hay muchas otras modalidades que se están destapando en los últimos años y que están ayudando a que el sector no dependa única y exclusivamente de lo que tiene que ver con la costa. El turismo rural, por ejemplo, viene siendo una alternativa muy solicitada desde la pandemia. El gastronómico también tiene una importancia que es bastante grande teniendo en cuenta que los alimentos de España son de una calidad exquisita. Las ciudades de interior y su Historia tienen una capacidad muy grande para llamar la atención. E incluso tenemos turismo de invierno al disponer de buenas pistas de esquí.
En los párrafos que siguen, nos vamos a detener en todo lo que tiene que ver con el turismo principal, ese que se realiza en los lugares de costa para disfrutar del sol y la playa. Sin duda, es una modalidad de turismo que necesitamos como el comer porque es la que más nos caracteriza y porque disponemos de una variedad muy grande de lugares en España en los que se puede practicar. Desde el lugar de costa situado más al norte de la provincia de Girona, lindando con Francia, hasta el lugar costero situado más al oeste de la provincia de Huelva, lindando con la frontera portuguesa, tenemos miles de kilómetros en los que los amantes de este tipo de turismo de sol y playa pueden disfrutar de lo lindo. Obviamente, no hablamos de la costa cantábrica porque el sol no calienta del mismo modo en ella que en la mediterránea o atlántica sur de nuestro país.
En concreto, nos vamos a referir a un caso concreto como lo es de la Comunidad Valenciana o el de Valencia capital, casos muy concretos pero que revelan la influencia y la potencia que tiene el turismo de sol y playa en estos momentos en España. Valencia es una de las capitales de provincia más soleadas de todo el país y ese siempre es uno de los motivos por los que es elegida por turistas tanto nacionales como internacionales. Además del clima, tradiciones como las Fallas o los eventos deportivos también suman llegadas a una ciudad que está situada en un punto clave de nuestra geografía.
En un estudio que fue publicado por la página web Statista se reflejan todos los turistas internacionales que ha tenido la Comunidad Valenciana a lo largo de los 22 primeros años de este siglo. Podéis ver que, en el año 2000, la cifra estaba situada en torno a los 4’2 millones de turistas. Esa cifra continuó creciendo de una manera exponencial hasta llegar a su tope en 2019, cuando la comunidad albergó a más de 9’5 millones de turistas. La pandemia deparó la caída del sector, tal y como ocurrió en todos los lugares del mundo, y poco a poco se está empezando a recuperar el ritmo que se marcaba antes de la llegada del coronavirus. En 2022, la cantidad de turistas internacionales que visitaron la región fue de 8’6 millones. Dentro de no demasiado tiempo, podremos ver cómo la cifra superará a la del 2019. Estamos convencidos plenamente de ello.
En otra noticia, en este caso publicada en el portal web especializado Hosteltur, se comentaban algunos aspectos relativos a la llegada de turistas a la ciudad de Valencia por las Fallas del año pasado. En concreto, se comentaba la posibilidad de que se viera superado el récord que marcaba la ciudad porque eran muchas las empresas del sector que estaban trabajando a pleno rendimiento y que incluso no daban abasto ante todas las solicitudes que estaban en marcha. Si, además de ser una ciudad que cuenta con un clima estupendo, Valencia cuenta con eventos culturales de un nivel tan elevado como las Fallas, no es de extrañar que sea capaz de batir todos y cada uno de sus récords.
La Comunidad Valenciana tiene muchos argumentos por los que bien merece una visita. Todo el mundo considera que es un lugar idóneo por su sol y por sus lugares de costa, pero hay muchas más cosas que pueden ser de interés en un lugar así. Un paseo en barca por la Albufera es, sin duda, una de las razones que empujan a la gente a visitar esta zona del mundo según nos han hecho saber desde Paseos en Barca El Bessò, una entidad especializada precisamente en este tipo de experiencias. La demanda de servicios de este tipo se está multiplicando y esta es una de las actividades que más se viene repitiendo entre todas aquellas personas que visitan una región como la de la Comunidad Valenciana.
No cabe la menor duda de que se trata de una actividad especial. La Albufera es un paraíso natural que llama la atención de propios y extraños y que se ha convertido por derecho propio en una de las grandes visitas que es necesario realizar cuando se acude a una región como de la que estamos hablando. Ese paraíso natural es, además, una de las fuentes de orgullo más grandes de todos los valencianos y valencianas y la verdad es que no es para menos. En todos los lugares y regiones del mundo matarían por tener un espacio así y no nos extraña en absoluto.
Cuidar del entorno es fundamental para mantener actividades de este tipo
¿Os imagináis que la Albufera de Valencia se viera afectada por culpa de las malas acciones del ser humano en materia medioambiental? Pues es un riesgo que se podría llegar a convertir en realidad si no se tiene cuidado en lo que tiene que ver con este asunto. Si no controlamos las emisiones de nuestros coches, si abusamos de las materias primas de un solo uso o si no tenemos en consideración la necesidad que existe en materia de energías renovables, vamos a ver cómo se degradan espacios naturales como del que estamos hablando y también las propias ciudades en las que vivimos.
Es evidente que hay que dar todo lo mejor de nosotros y nosotras para intentar que no pasen estas cosas. Esa es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Y no solo de las personas físicas, sino también de las empresas y las instituciones públicas, que también pueden hacer muchas cosas en este sentido. Llevamos demasiado tiempo degradando nuestro entorno y la verdad es que es hora de que empecemos a cambiar las cosas. No decimos que sea fácil, pero es total y absolutamente necesario por el bien de las generaciones que están por venir… y por nosotros y nosotras mismas, porque no penséis que las personas que estamos sobre la faz de la Tierra en la actualidad nos vamos a librar de asuntos como el calentamiento del planeta y sus consecuencias, las cuales estamos padeciendo desde ya.
Se han incorporado una buena batería de mejoras en relación al cuidado de nuestro entorno en los últimos años precisamente con el objetivo de mantener a salvo todos los espacios naturales de los que disponemos ni ninguna de las ciudades en las que vive el ser humano. Debemos tener claro que esa batería de mejoras no es suficiente y que hay que seguir poniendo sobre la mesa e implementando políticas que ayuden a cambiar las cosas y a reducir la dependencia que tenemos del combustible, además de a usar materias primas que no sean de un solo uso. De ese modo, empezaremos a construir mejoras que van a hacer posible que la vida del futuro sea mucho mejor que la de ahora en términos de salud ambiental.
La conciencia debe ser la mejor de nuestras compañeras de aquí en adelante para intentar arreglar las cosas en lo que respecta al cuidado del medioambiente. Debemos inculcar valores como el respeto por nuestro entorno a los chavales que se encuentran todavía en el colegio. Ese es un modo perfecto para que se vayan dando cuenta de la importancia que tiene que formen parte activa de política para la preservación de nuestro planeta y entorno. Que podamos disfrutar en el futuro de paraísos naturales como lo puede ser la Albufera de Valencia depende bastante de esto. Y debemos hacer todo lo que se encuentre en nuestra mano para tratar de conseguir salvar este tipo de espacios y nuestras propias ciudades de la degradación más absoluta.
